viernes, 31 de octubre de 2008

¡¡ Quiero gritar !!

Hay veces que la rabia te corroe por dentro cuando ves a la persona por la que habías hecho tanto traicionarte de la forma más cruel. Son esos momentos en los que te entran las ganas de gritar contra el cielo y explotar. Y sin embargo, momentos después no puedo evitar sacar una sonrisa sarcástica cuando me ha mirado de lejos y he pensado: "Que te jodan, me he librado de tus garras". Por eso ahora tengo unas ganas inmensas de levantar mi puño como un boxeador en señal de victoria y decir que hay que estar con la persona equivocada para darte cuenta de lo que realmente vales y lo que valen en comparación. A veces la insensatez nos hace estar con personas que no merecen la pena y tenemos que tropezar con ellas para ver realmente si somos capaces de levantarnos después de otro tropezón. Alguien dijo una vez: "Caerse está permitido, levantarse es obligatorio". Que razón tenía este tio.
Es que hay gente que su vida se cree que está guíada por una luz divina que los hace especiales y su propia ignorancia y estupidez ciega su prespectiva de la vida. Son como pastores que están acostumbrados a llevar por donde quieren al rebaño y en el momento que una oveja les muerde se asustan. Yo soy esa oveja, me he dado la vuelta y he decidido que no iba a seguir por la senda que esa persona me marcaba. La respuesta de mi particular pastor ha sido desacreditarme delante del resto del rebaño. Niñas pijas de hoy que se piensan que pueden controlar siempre a las personas. Conmigo la lleva clara, tengo conmigo la fuerza del desengaño, la mala ostia y sobre todo un millón de humillaciones sufridas por pastores de otras épocas.
Puede que mis errores a veces durante un tiempo me persigan per,o pasado ese pequeño margen de error vuelvo a estar seguro de que el camino es el que había que tomar y que es inevitable dar la espalda a una parte del mundo. Por esto no voy a dejar que me castigue una parte del peso de esta sociedad tan rara y tan antisocial a su modo. Hay momentos en que si que es verdad que gritas contra todo y nadie escucha. Aunque a veces lo sientas, no estás ni mudo ni solo en esta lucha contra su bandera y todo lo que representa. Lo peor de todo para ellos es que, no me callarán porque cada día tengo más fuerza y hay que seguir viviendo.
Tenemos cada noche para seguir riendo, bebernos la luna y que no se nos caiga en los momentos malos el cielo.

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