El mejor postor

Seamos honestos, nadie quiere sentarse a tu lado y oírte contar tus batallitas con una cerveza en la mano. Nadie lo va a hacer por un simple motivo: escucharte supondría posicionarse contra alguien y eso, en su personalidad es imposible. Es lo que yo denomino un "populista", una persona que no quiere meterse con nadie pero que empararía tu amistad a la de cualquier otro ser de la tierra siempre que eso signifique quedar bien ante el "que dirán" o "vox populi". La vida que te rodea tiene muchos vendidos pero eso no debe de significar nada para ti. Simplemente debe hacer ver que a la mínima que puedan no van a ayudarte si eso significa no quedar bien ante todos. Triste pero real: tu palabra vale lo mismo que la de un ganso que apenas conocen. No merece la pena pensarlo, vendidos hay y habrá siempre (sobre todo entre los mas cercanos). Ignorar estas faltas de respeto es el pan de cada día. El odio es un lastre, la vida es demasiado corta para vivir cabreado y tener en cuenta mierdas de este calibre, aunque en el fondo sepas que con lo que contactas cada día puede venderte según le convenga al mejor postor.

Nunca es tarde (o Si)

Las heridas pueden estar años abiertas pero tarde o temprano acaban cerrándose. Nunca se sabe cuando va a ser el momento, ni el lugar, ni el factor que las selle. Pero acaba llegando. Algo hace que se dinamite lo que faltaba por llegar y entonces ocurre. Nada dura eternamente y es cierto. Al final, te das cuenta de que has crucificado a una persona equivocada. Hay muchos a evitar, pero precisamente esa, es de los pocos a incluir. De errores también se aprende y uno no es un santo varón. Pero la verdad, es que después te das cuenta de que esa persona ha estado siempre ahí. Fiel a su modo, apartado del rebaño, pero al fin y al cabo esperando una llamada. Y que a pesar de haberlo apaleado en muchas ocasiones sigue estando ahí. Esperando a volver al quinteto titular y anotar muchos puntos importantes.

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Esto es lo bueno del tiempo. Cura hasta las heridas marcadas en el alma, las que más duran. Porque al final lo importante no es tener un montón de buenos coleguillas de golferías y borracheras, lo importante es tener un buen amigo que te escuche en los momentos importantes o te deje pasta si estás pelao (espero no llegar a eso). Al final del túnel siempre viene la luz, al final de todo cuando no haya nada más, siempre quedará una bonita amistad.

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De los errores se aprende, asumiendo que no siempre se puede juzgar la vida entera de una persona por un solo error pero, sabiendo que si una vez fallaron la confianza no volverá a ser la misma. Lo triste es que hay personas que aun tienes cerca que se venden ante la chupipandi de turno porque hay que estar bien con todo el mundo. Y eso eso es lo que mas duele, que te comparen con un cualquiera cuando se supone que yo soy tu amigo. Pero hoy en día la amistad sirve para escribir blogs y cagarse en esa palabra.

Apártate

Hace tiempo que no me he puesto a escribir. Tal vez porque las cosas desde la última vez poco han cambiado. A decir verdad, las cosas si que han variado y mucho, pero han variado tanto y de tal forma que no me había parado a pensarlo. Los malos rollos terminaron hace tiempo, victimas de su propia falsedad: las palabras no dichas finalmente antes o después salen. Ocurrió lo que suele en estos casos: dos palabras altas y un intercambio de golpes para callar definitivamente al valiente de turno. Y callarlo de que forma, ahora ya no respira sin medir antes su situación. Estas cosas pasan sobre todo cuando la chulería se queda solo en las palabras, y una vez metidos en pelea, no queda nada del gran gallito que se presuponía. Como la mayoría de las veces en este país, se habla mas de lo que se es y al final el gallito acaba desplumado, sin dientes y comiendo el fango del suelo.

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Las cosas si han cambiado. Las cartas están ya boca arriba, no hay nada que ocultar ya y las palabras se pueden decir a la cara de una vez por todas. En cuanto a esa gente que se mantiene en un “buen rollo” falso, no tienen nombre. Son deshonestos y gente ruin sin palabra. Bajarse el pantalón ante situaciones como esta simplemente por mantener su estatus de neutral y majete con todos, es símbolo de una mierda de personalidad: cobarde y despreciable donde los haya. . No, el equivocado eres tú. Una persona que se lleva bien con todo el mundo es que no tiene personalidad, un mendigo del que dirán y de aprovecharse del de al lado. Tan malo es el enemigo como el amigo que se hace pasar por tal y luego te vende a la primera de cambio y se posiciona como “neutral” en una pelea. Hazme un favor y apártate de mi camino. No quiero gente a mi alrededor que me venda a las primeras de cambio. Tal vez pienses que a ti te defendería mucha gente en una pelea. Espabila tronco, a la hora de la verdad, solo los verdaderos amigos van a sangrar por ti y de eso tu tienes mas bien pocos o ninguno.