sábado, 28 de febrero de 2009

Un día en Diciembre

Un día en Diciembre, aunque podía haber sido cualquier otro mes, decides cambiar la rutina. No sabes porque pero decides hacerlo. Tal vez sea un extraño alineamiento de los planetas, el horóscopo o la Virgen de las Benedictinas, pero decides ese preciso día jugártela. En vez de tomarte el mismo café de todos los días te tomas un buen chocolate con churros; en lugar del mismo peinado, te rapas la cabeza; no compras el diario deportivo y te "ilustras" con los periodistas-terroristas de la prensa amarilla; aquella chica a la que nunca hablaste más que en broma, la hablas con seriedad y mirándola a los ojos. Y por unos pocos cambios, por unas simples modificaciones en la conducta diaria se puede llegar a abrir un mundo nuevo a partir de ese día. Un mundo en el que antes no compartías con nadie y ahora sin embargo puedes compartirlo con otro alma. Pocas cosas pueden escribirse. Muchas cosas se pueden decir. Pero a veces es mejor no decir las cosas porque no hay palabras que puedan expresar en muchas ocasiones los verdaderos sentimientos, incluso pueden afear. Las palabras a veces se quedan demasiado cortas para expresar el mundo.
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Sólo quiero un beso eterno en una habitación sin luz, encenderla y que aparezcas tú. Un amor de última hora, un te quiero en una noche azul. Una foto en mi cartera, un cabello tuyo sobre mi, una mano entre mi mano, entre los árboles nevados, una silla fría en el jardín. Una última hora, en la que el viento te arrastre hasta mi y que vengas a verme, un día en Diciembre y ya no te vuelvas a ir.
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Sólo quiero un día de lluvia para protegerte a ti, una historia q pueda escribir. Tu sonrisa en mi mesilla y dormir sin mas pastillas, un sábado a tu lado y ver la tele entre tus brazos, un paseo frío por Madrid. Una luz para mirarte, no parar de besarte y que te quedaras a dormir. Quiero encontrar de nuevo lo que he perdido en este tiempo, que mis días en blanco los pintes todo tu.

jueves, 26 de febrero de 2009

Borrado general

Hacemos lo que haga falta en muchas ocasiones porque nunca recuperaremos la confianza perdida por algunas heridas, algunas traiciones son tan profundas, tan hondas que no hay forma de reparar lo que se ha perdido y cuando eso ocurre solo nos queda esperar. No todas las heridas son superficiales, casi todas son más profundas de lo que nosotros pensamos, no se ven a primera vista. Luego también existen las heridas que nos cogen por sorpresa, el truco para aliviar el dolor es en hurgar en la herida hasta encontrar la verdadera causa del dolor y cuando la encuentras hay que dejarse la piel hasta curarlo.

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Lo mismo ocurre con las personas. Hay personas que sin razón aparente tienen envidia, te odia y te temen al mismo tiempo, se dedican a lanzar bulos sobre ti y parece que su vida es tan aburrida que no pueden vivir sin hablar mal sobre las cosas que haces. Es triste que estas personas necesiten hablar mal de otras para conseguir la atención que por si solas no consiguen. Quizá sea porque su vida es tan simple, tan patética y tan nauseabunda que resulta aburrida al resto, por lo que no consiguen que nadie se interese por ellos salvo cuando es para la práctica del deporte más popular de la tierra: criticar. Por tanto, se trata de buscar estas personas y luchar por exterminarlas de tu vida hasta que no quede el menor ápice de ellas.

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Debe ser cierto que caer bien a todo el mundo es síntoma de que tu personalidad es patética. Intentar que todo el mundo te trague es simplemente ser un falso y un lameculos, de estos últimos la historia abunda. Menos mal que por cada persona que te odia (el odio es a su vez un sintoma de rencor y envidia) hay 3 o 4 que realmente te aman. El borrado general no es más que poner en orden las cosas. Lo que molesta lo quitamos y ahorramos espacio. Ni rencores, ni odios, ni olvido, ni perdón. Simplemente sobran en la vida mala gente, peña chunga, malos colegas. Para perder el tiempo me quedo con la Play y la telebasura.

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Despertar y ver tu carita reir.

domingo, 22 de febrero de 2009

De pronto todo es tan sencillo

¿No te hace gracia que me agarre tanto a ti? Que necesite tu cariño para ser feliz y que no encuentre muchas más razones para hacerlo desde que viniste a mi. No, tampoco pensaba que podría ser así, pero ahora me he perdido y sin ti no se salir, aquí encontré la esperanza que perdí. Con una inocencia tan graciosa como la de un niño al que cogen una mano que devuelve el brillo en los ojos, el brillo en la mirada. Una mano que da confianza, fuerza y seguridad en la vida. Después de mucho tiempo a la deriva sin encontrar un puerto en el que ser bienvenido, navegando por mares turbios y cruzándome con monstruos marinos, como un viejo navío sin amor ni cariño, he llegado por fin a mi destino. Tanto tiempo que he perdido en aventuras con muy poco sentido y solo lograron hacerme sentir aun más sólo, perdido…ahora todo es tan sencillo y sólo por haberme sonreído. ..

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. Cuentan que estando cerca el final de su viaje vio llegar a una silueta que con el sol su armadura hacía brillar. Cuentan que su rostro nunca vio pero su voz anunció: "Soy el Caballero de la Blanca Luna Y a vos he venido a buscar". Todo lo que has aprendido de amistad y amor en tu alma quedará.Cuentan que cuando no puedes másY tus fuerzas ves marchar hay algo mágico en tu interior que te da alas para luchar.

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. Creo que por fin os encontré. Creo que la amistad es aquella que no se pide y poder amar sin condición. Creo que en la humildad de los que ahora ganamos ya que hasta hace poco hemos sido esclavos de la rutina de perder una y otra vez. No creo en un Dios que salve mi fe, ni en himnos que hablen de amor y paz. Sólo creo lo que veo y lo que veo es lo que puedo sentir, y lo que siento es que ya no puedo estar sin ti. Si tengo que elegir una fe elijo tu mirada. Si tengo que elegir un himno, elijo los latidos de mi corazón. Se que existe un lugar donde siempre estás, se que existen mil canciones dónde te puedo encontrar. Se que la esperanza existe en unos labios y las caricias pueden ser el mayor refugio de las tormentas. Creo que ahora todo es tan sencillo… .

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Y en tu descanso seré el reposo y en tu camino seré el andar, al sol mandé avisar a la brisa que hagan saber nuestro caminar.

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. Ahora de pronto todo es tan sencillo…tan sencillo.

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jueves, 19 de febrero de 2009

El poder de la Luz

Un día despiertas y te das cuenta de que la vida no es tan injusta como pensabas, que las cosas buenas también pueden pasarte a ti. Cuando observas a esa gente tan despreciable que lo tiene todo y te ves tirado en la orilla de un arrollo, lleno de fango, mirando incrédulamente a esa persona que tan injustamente se lleva todo lo bueno de la vida. Piensas que no puede ser que las personas con un gran corazón estén destinadas a sufrir y que, sin embargo, a más desgraciado-cerdo-materialista-anormal, mejor le salen las cosas. Así estábamos hasta hace poco y de repente, sin pensarlo, habiendo perdido toda esperanza, apareció un pequeño puerto donde desembarcar.
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Dices que vengo que voy que siento que escucho que pertenezco, que sirvo para mucho que me estremezco, que mi mirada es limpia suave brisa, que sientes el deseo de tenerme cerca, que te distancias por miedo a perderme, que el barrio es mas hermoso desde que aparecí, que soy la flor que alumbra el jardín... .
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Porque la vida no es ni blanca, ni negra: es gris. Depende de con que colores decidas pintar las cosas malas y en que tonos pintes las cosas buenas. Si bien es cierto que la mayoría de las personas que tienen buenas intenciones parecen condenadas a deambular por la eterna oscuridad de la melancolía y la tristeza, al final, antes de perder toda la esperanza, un pequeño ángel acaba acariciando sus almas. Librando toda las penas y la tristeza, arrastrándolas hasta el infierno.
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El viento que se lleva la señora luna para que luzca el sol. Hoy solo quiero decir…siento lo mismo por ti, el mismo sentimiento por ti, que si que si que bien, que me encanta escucharte, adoro sentirte, verte moverte y sorprenderte de pronto haciéndote cosquillas en las rodillas...
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Siempre hay una persona en este mundo para cada uno de nosotros, lo malo es que no siempre coincidimos con ella y tenemos que torear con muchas otras que no buscan más que su propia satisfacción personal. Añadir una pica más a su lista personal de personas dañadas, sentimientos de papel, amores fingidos y palabras más falsas que beso de Judas. Menos mal que en ocasiones topas con esa persona adecuada aunque pienses que a ti, precisamente a ti, no te va a llegar nunca y que no existe.
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El barrio es mas hermoso desde que apareciste, que hoy luce el sol en mi corazón, mi niña mi amor mi rayo de luz, el camino que lleva a tu casa es mi alegría. La primavera ha llegado a la ciudad y no sabes lo bien que me sienta mamá. Los días tranquilos transcurren serenos, tus pasos los mios peinando el sendero, tu cara tu casa tus ojos sonriendo mi cara...
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La Luz siempre acaba ganando a las tinieblas, el reino del Bien siempre acaba con el Mal. La alegría puede con la tristeza, las personas buenas acaban obteniendo la recompensa por los sufrimientos, las malas jugadas y las heridas recibidas en cada batalla perdida. Ese rayo tan fuerte como la luz del alba que acaba alumbrando todos los rincones de tu alma para por fin hacer que todo el daño recibido tenga sentido.
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La brisa, la mañana, el sol por la ventana, la calma, caricias, tu respiración, resuenan campanas desde el control, las nubes en el cielo y pasa un avión, dibuja una linea blanca algodón, tu almohada, tus ojos, tu mirada, estoy en tu casa adoro tu casa, cambio de color, pasa un avión traza una linea ahora de plata, de plata la medalla del subcampeón, hoy gano tu ganas ganamos los dos. Esto no se para...
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Despertar y ver tu carita reir...es tu luz...es tu luz...en ti puse mi esperanza, mi luz ver tu risa es un soplo de aire...

domingo, 8 de febrero de 2009

Un beso imaginario

- Hola, soldado.
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Tenía cumplidos ya los 21 y su bonita figura ya no era solo una promesa de lo que sería. Se había convertido ya en realidad. Había cambiado tanto desde la primera vez que la vi: su vestido de seda con brocado de plata, a juego con un pequeño tulipán que colgaba de una finísima cadenilla en su perfecto cuello y que se movía de forma juguetona. Sus ojos tan grandes y penetrantes seguían enmarcando aquella cara tan maravillosa, su pien tersa y blanca que, me parecío en ese momento, olía a frutas.
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- Ha pasado mucho tiempo. - añadío
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Estaba tan hermosa que dolía mirarla. El sol volvía aun más claro su pelo y el contorno de su figura se marcaba más que de costumbre en aquella plaza. Sonreía como siempre en una boca perfecta. Ocupé el asiento junto a ella mientras me miraba con atención, con las manos entrelazadas esperando una contestación. Y tardé en responder, más incluso de lo necesario, pero ella seguía en silencio observándome con curiosidad y una sonrisa perfecta en su rostro. Ante mi silencio decidió tomar la palabra de nuevo.
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- Tenía curiosidad por encontraros de nuevo... Os reconocí en la plaza.
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Se calló un momento. Miraba mis manos, y otra vez mi rostro.
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- Habéis crecido - dije de pronto
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Me seguía mirando de arriba abajo con curiosidad, como si todo aquello realmente le divirtiera.
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- Creo que os amo -dijo de pronto.
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Me levanté dando un bote y la miré con sorpresa. Ella sonreía y me miraba desde su asiento tranquila. Mis ojos no sabían donde posarse y al final se toparon con los suyos. Penetrantes, telepáticos. Que me parta un rayo si no estaba enloquecedoramente guapa.
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- Joder... -murmuré.
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Me temblaba todo. Ella permaneció inmóvil, callada durante un largo rato.
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- Quiero saber - dijo seria- si aun estáis dispuesto a morir por mi si fuera necesario y llegue cuando llegue. Y si es así...tal vez os ame siempre.
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La sangre parecía haberse retirado de golpe de mi corazón y de mis venas. Me miró cerca, tan cerca que durante un espacio de tiempo pareció eterno. Y entonces hizo algo inesperado, apoyó sus labios perfectos en mi boca con la suavidad de un algodón y me besó.
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- He de irme.
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Allí marchó y me quede mirando como se iba, sin saber si aquel beso había sido imaginario o real. Si había soñado con aquel ángel o de verdad existía.

viernes, 6 de febrero de 2009

Una pequeña dama

Estaba a punto de retirarme cuando los ojos azules aparecieron en la ventanilla. La visión me clavó en el suelo, y sentí que el rubor subía a mi cara con la fuerza de un pistoletazo. La niña, la jovencita, me miraba con una fijeza que habría hecho dejar de correr el agua en el caño de la fuente cercana. Rubia. Pálida. Bellísima. Para qué les voy a contar. Ni siquiera sonreía, limitándose a mirarme con curiosidad. Era evidente que mi gesto no había pasado inadvertido. En cuanto a mí, aquella mirada, aquella aparición, compensaba con creces todo el episodio. Hice un gesto con la mano, dirigiéndolo a un sombrero imaginario, y me incliné. Impasible, la jovencita sostuvo mi mirada. El cochero había montado y arreaba el tiro, de modo que el carruaje volvió a ponerse en marcha. Di un paso atrás para esquivar las salpicaduras de las ruedas, y en ese momento ella apoyó una mano diminuta, perfecta, blanca de nácar, en el marco de la ventanilla, y yo me sentí como si acabara de darme a besar esa mano. Entonces su boca, perfectamente dibujada en suaves labios pálidos, se curvó un poco, ligeramente; apenas un mínimo gesto que podía interpretarse como una sonrisa distante, muy enigmática y misteriosa. Oí restallar el látigo del cochero, y el carruaje arrancó para llevarse con él esa sonrisa que todavía hoy ignoro si fue real o imaginada. Y yo me quedé en mitad de la calle, enamorado hasta el último rincón de mi corazón, viendo alejarse a aquella niña semejante aun ángel rubio e ignorando, pobre de mí, que acababa de conocer a mi más dulce, peligrosa y mortal enemiga.

lunes, 2 de febrero de 2009

Sueños

El sueño aquel que nunca otra vez pude recordar y que se repetía las noches de aquel verano interminable. Aquel sueño que parecía tan real y que se podía casi palpar, y que, cosas de la vida, acabó convirtiendose en mi personal tortura cuando, tiempo más adelante, pasaron aquellos recuerdos a la caja de mi pasado. Aquel sueño que se mezclava a su vez con fragmentos de canciones de las noches alegres en las fiestas de la plaza mayor. Esos días en los que veíamos madrugar sentados en el banco, con los cálidos primeros rayos de sol que se asomaban por el orizonte. Mil historias que jamás volverán, pero que se quedarán de alguna forma para siempre en nuestro rincón más íntimo.
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Déjame que reviente el mundo en dos patadas
y arañar lo que quede en pie de sus entrañas
Llévame al rincón dónde las manos hablan
Para dejarme querer
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Ponernos a correr antes de que el extraño silencio que nos rodea caiga sobre nosotros y acabe por atraparnos. Salir antes de que las sombras del pasado acaben atrapándote en un eterno manto negro. Pero ahora si pudiera resucitar todo aquello diría que no. Que el presente realmente es lo que me gusta de mi vida porque, por una maldita vez, lo estoy pintando como me gusta. A colores mi pequeño universo comprendido entre una ínsula fronteriza y el valle de mi pequeña república de Amara.
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Si lo hago mal no dejes de sususurrar que no hay sito en tu colchón mi corazón a punto de caducar de estar esperándote
y en el balcón sufría como un cristal antes de que despierte mis sueños der bar en bar
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Mejor callar y hacer del cielo un desván y que nada sea como ayer y acariciar la sombra del pedestal dónde un día te encontré