Apártate

Hace tiempo que no me he puesto a escribir. Tal vez porque las cosas desde la última vez poco han cambiado. A decir verdad, las cosas si que han variado y mucho, pero han variado tanto y de tal forma que no me había parado a pensarlo. Los malos rollos terminaron hace tiempo, victimas de su propia falsedad: las palabras no dichas finalmente antes o después salen. Ocurrió lo que suele en estos casos: dos palabras altas y un intercambio de golpes para callar definitivamente al valiente de turno. Y callarlo de que forma, ahora ya no respira sin medir antes su situación. Estas cosas pasan sobre todo cuando la chulería se queda solo en las palabras, y una vez metidos en pelea, no queda nada del gran gallito que se presuponía. Como la mayoría de las veces en este país, se habla mas de lo que se es y al final el gallito acaba desplumado, sin dientes y comiendo el fango del suelo.

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Las cosas si han cambiado. Las cartas están ya boca arriba, no hay nada que ocultar ya y las palabras se pueden decir a la cara de una vez por todas. En cuanto a esa gente que se mantiene en un “buen rollo” falso, no tienen nombre. Son deshonestos y gente ruin sin palabra. Bajarse el pantalón ante situaciones como esta simplemente por mantener su estatus de neutral y majete con todos, es símbolo de una mierda de personalidad: cobarde y despreciable donde los haya. . No, el equivocado eres tú. Una persona que se lleva bien con todo el mundo es que no tiene personalidad, un mendigo del que dirán y de aprovecharse del de al lado. Tan malo es el enemigo como el amigo que se hace pasar por tal y luego te vende a la primera de cambio y se posiciona como “neutral” en una pelea. Hazme un favor y apártate de mi camino. No quiero gente a mi alrededor que me venda a las primeras de cambio. Tal vez pienses que a ti te defendería mucha gente en una pelea. Espabila tronco, a la hora de la verdad, solo los verdaderos amigos van a sangrar por ti y de eso tu tienes mas bien pocos o ninguno.